Tema 4 Los
paisajes naturales y las interrelaciones naturaleza-sociedad.
Entrará en el exámen como preguntas de definición y/o el trabajo del paisaje natual
Entrará en el exámen como preguntas de definición y/o el trabajo del paisaje natual
Contaminación Acústica: Es la producida por el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente. No se traslada, ni se acumula, ni se mantiene, como otras contaminaciones, pero afecta a la calidad de vida negativamente.
Salinización: Proceso por el cual el agua dulce de un lugar se transforma en agua salina.
Eutrofiación: Crecimiento desmesurado de nutrientes y el fitoplancton que consume el oxígeno y acelera la descomposición de materia orgánica, acabando con la vida acuática.
Desertización: Proceso que convierte las tierras fértiles en desiertos por la erosión del suelo.
La Red Resel: Red de Estaciones Experimentales de Seguimientos y Evaluación de la Erosión y la Desertización.
La Red Natura 2000: Es una red de espacios protegidos para la conservación de la biodiversidad en la Unión Europea.
El impacto ambiental: Es el efecto causado por una actividad humana sobre el medio ambiente.
RSU: Residuos Sólidos Urbanos
PNRU: Plan Nacional de Residuos Urbanos
Contaminación atmosférica: Es la abundancia de sustancias tóxicas en la atmósfera que crea molestia o riesgo para la salud, así como problemas medioambientales (efecto invernadero, agujero en la capa de ozono).
Programa AGUA: Actuaciones para la Gestión y la Utilización de Agua.
Tema 5 Los espacios del sector primario
c) La
ganadería intensiva gana peso respecto a la extensiva:
5.4.2.- Problemas demográficos.-
El espacio rural o espacio agrario es el
territorio donde se desarrollan las actividades agrícolas, ganaderas y
forestales del ser humano; aunque en la actualidad estas actividades
tradicionales se han diversificado con la introducción de otras, como las
recreativas, industriales y de servicios.
La
pluralidad de los espacios rurales es el resultado de la influencia de diversos
factores físicos y humanos. Estos, especialmente los humanos (estructura agraria,
poblamiento y hábitat rural, y política agraria), han experimentado notables
transformaciones.
1º.- FACTORES FÍSICOS Y HUMANOS.-
1.1.- El
medio natural
La actividad agraria
tradicional era muy dependiente del medio físico. En la actualidad los progresos
técnicos permiten modificarlo para obtener un aprovechamiento más favorable
(mejora de los suelos, regadío, ingeniería genética, etc.). Sin embargo, los
factores físicos siguen ejerciendo su influencia, que, en el caso de España, no
es favorable.
a) El relieve posee una elevada altitud
media (el 70% de la tierra se encuentra entre 200 y 1 000 m) y abundantes
pendientes, que facilitan la erosión y dificultan la mecanización (de 50
millones de ha, solo 6 tienen pendientes medias inferiores al 5%).
b) El clima se caracteriza en buena
parte del territorio por precipitaciones escasas e irregulares, con relativa
frecuencia de tormentas y granizo; temperaturas con situaciones extremas (como
heladas o intensa radiación solar), y aridez más o menos acusada.
c) Los suelos son de calidad mediocre.
1.2. La estructura agraria
La estructura agraria tradicional se caracterizaba por el
empleo de una mano de obra numerosa, que trabajaba explotaciones en las que
coexistían la pequeña y la gran propiedad, de manera extensiva y con escaso
desarrollo tecnológico. Como consecuencia, los rendimientos eran bajos y la
producción se destinaba al autoconsumo y a un mercado interior protegido por
barreras arancelarias de la competencia exterior.
Estructura agraria actual Esta estructura
experimentó importantes transformaciones a partir de la década de 1960, hasta
llegar a la situación actual,
caracterizada por una población escasa y envejecida; una tendencia al aumento
del tamaño de las explotaciones agrarias y a la intensificación, y la
incorporación de los avances tecnológicos. Como resultado, han aumentado los
rendimientos y la producción tiende a la especialización regional y a la venta
en un mercado cada vez más globalizado y liberalizado.
1.2.1. Las transformaciones demográficas
La población rural española ha descendido de forma notable desde
principios de siglo (63,3%) hasta hoy (4,5% de la población activa en 2007).
Sin embargo, existen marcadas diferencias entre comunidades autónomas con
valores mínimos, como Madrid y el País Vasco, con cifras en torno al 1%, y
comunidades, como Galicia, Extremadura y Andalucía, que superan el 8%.
La causa principal de este
descenso demográfico ha sido el éxodo rural, motivado por la
mecanización de las tareas agrarias y por las bajas rentas del campo, que llevó
a buena parte de su población a los núcleos urbanos e industriales nacionales y
del extranjero, especialmente entre 1960 y 1975. Desde esta fecha la crisis
económica y las dificultades de encontrar empleo estable han incrementado la
actividad agraria a tiempo parcial, e incluso se han producido retornos al
campo.
Las consecuencias del éxodo rural han sido
el despoblamiento de las zonas más atrasadas (áreas de montaña) y de
muchas del interior peninsular, así como el envejecimiento de la
población rural, de modo que todavía hoy más del 50% tiene entre 40 y 64 años.
Las
tendencias que se apuntan para los próximos años son:
· Continuará la disminución de la población rural: muchos de
los agricultores mayores se jubilarán y otros se acogerán a jubilaciones
anticipadas y a diversos planes de abandono de la actividad. Además, la
creciente necesidad de competitividad agraria hará desaparecer las
explotaciones menos rentables y parte de las trabajadas a tiempo parcial.
· Se producirá un cierto rejuvenecimiento por el incremento
de los jóvenes agricultores, favorecido por las dificultades de
encontrar trabajo en la ciudad y por las subvenciones concedidas por la Unión
Europea para evitar el despoblamiento rural y proteger el medio ambiente.
1.2.2. Las transformaciones en el
sistema de explotación, propiedad y tenencia de la tierra
El espacio rural se
organiza en parcelas o extensiones de tierra que están bajo una sola
linde.
La explotación agrupa todas las parcelas explotadas por un
mismo productor agrario, aunque estén físicamente separadas entre sí e
independientemente del régimen de tenencia (es decir, de que el explotador sea
el propietario o no).
En España ha disminuido el número de explotaciones
y ha aumentado su tamaño medio. En la actualidad es de 32
hectáreas, cifra aceptable si no fuera porque cada explotación está formada por
un excesivo número de parcelas (unas 10), lo que dificulta la mecanización,
reduce el espacio para los cultivos por la multiplicidad de lindes y obliga a
considerables pérdidas de tiempo en el traslado de una parcela a otra. De todas
formas, el número de parcelas por explotación se ha reducido considerablemente
gracias a la concentración parcelaria.
La propiedad es un concepto jurídico que se refiere al dueño de la tierra. En
España, el tamaño medio de la propiedad también ha aumentado por la disminución
del número de pequeños propietarios, pero todavía se caracteriza por el
predominio de valores extremos y la escasez de propiedades de tamaño medio.
· La gran propiedad o latifundio (más de 100 ha) reúne más
del 50% de las tierras y solo el 0,8% de los propietarios. Predomina en
Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón, donde se originó a raíz de
los repartos de tierra durante la Reconquista y se consolidó con la desamortización
del siglo XIX. Tradicionalmente ha supuesto absentismo del propietario, cultivo
extensivo, bajos rendimientos y gran número de jornaleros con grave paro
estacional y analfabetismo. Algunos latifundios se han convertido hoy en
empresas capitalistas.
· La pequeña propiedad o minifundio (menos de 10 ha), reúne
solo el 10,5% de la tierra y al 52,3% de los propietarios. Predomina en el
norte de la Península (en Galicia, unida a la dispersión de las parcelas) y en
la Comunidad Valenciana. Impide la agricultura competitiva, dado que los bajos
ingresos que proporciona no permiten la
modernización, y tiende a desaparecer, aunque todavía se ve favorecida por la
importancia de la agricultura a tiempo parcial. De todas formas, algunos
pequeños propietarios explotan también otras parcelas en régimen de
arrendamiento o aparcería, lo que hace que la dimensión media de las
explotaciones sea mayor que la dimensión media de las propiedades.
El régimen de tenencia es el grado de dominio sobre la tierra
(absoluto en el caso de la propiedad y limitado en los demás casos). La
tenencia es directa cuando el propietario y el empresario agrario son la
misma persona. En España, el 73,9% de la tenencia es directa,
especialmente en el caso de las pequeñas propiedades. La tenencia es indirecta
cuando el propietario cede el derecho de uso de la tierra a otra persona a
cambio de un porcentaje de la cosecha (aparcería) o del pago de una
renta (arrendamiento). En la tenencia indirecta, el cambio más destacado
ha sido la notable disminución de la aparcería.
1.2.3. Las transformaciones en las técnicas y
sistemas agrarios
Las
transformaciones técnicas,
incrementadas notoriamente desde la década de 1960, han consistido en la mecanización
de las labores agrarias, la selección genética de semillas y razas ganaderas, y
el uso de fertilizantes químicos y productos fitosanitarios.
La
transformación en los sistemas agrarios ha
supuesto la progresiva introducción de sistemas agrícolas y ganaderos más
intensivos.
El resultado de todo ello ha sido un aumento
de los rendimientos.
1.3. El poblamiento y el hábitat rural
El poblamiento y el
hábitat rural son otro de los factores del espacio rural que ha experimentado
notables transformaciones.
1.3.1.-El poblamiento rural está integrado por los núcleos
de población menores de 10 000 habitantes, considerándose núcleos
rurales en sentido estricto los inferiores a 2 000 habitantes, y núcleos
semiurbanos, los que tienen entre 2 000 y 10 000. Esta definición es
imprecisa porque existen núcleos rurales con cifras superiores (principalmente
en el sur peninsular) y ciudades que no alcanzan estos valores, por lo que hay
que tener en cuenta también el criterio de que en estos núcleos predominan las
actividades agrarias.
El origen de los emplazamientos
rurales está relacionado con las condiciones naturales (especialmente con la
disposición del relieve y la presencia de agua), con factores económicos (la
disponibilidad de recursos) y con factores históricos (como la Reconquista, a
partir de la cual se fue ocupando y organizando la mayoría del territorio
peninsular). El crecimiento o decrecimiento posterior ha estado condicionado
por las circunstancias de cada período histórico.
La tipología del poblamiento rural
responde a dos grandes modelos, disperso y concentrado, con variedad de
situaciones intermedias, que se distribuyen de forma desigual por la geografía
española.
En el poblamiento disperso, la casa rural está rodeada de campos de
cultivo, bosque o prados y separada de las otras casas. Domina en la periferia
peninsular (norte, Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía), Baleares y Canarias,
y presenta diversas modalidades:
· Disperso absoluto: no incluye ningún tipo de población
agrupada. Es excepcional y se da en espacios reducidos de montaña media basados
en la explotación ganadera o agrícola-ganadera-forestal (montaña cantábrica,
valle del Pas y prepirineo catalán).
· Concentrado laxo: son pequeñas agrupaciones de casas que
forman aldeas, parroquias (agrupación de aldeas en torno a una iglesia
parroquial) o pequeños pueblos, en las que las casas no están rodeadas del
terrazgo, pero aparecen separadas unas de otras.
· Disperso intercalar: es una dispersión de casas rodeadas
de su propio terrazgo, entre núcleos concentrados primitivos. Se debe al
crecimiento demográfico y al deseo de explotar nuevos terrenos de cultivo o de
monte. Las casas mantienen con los núcleos concentrados relaciones religiosas
(parroquia), sociales y administrativas (ayuntamiento) o comerciales (mercado).
Este tipo de poblamiento predomina en algunas zonas de montaña media; en el
norte peninsular (caserío vasco, casería asturiana, casa gallega); en la costa
mediterránea peninsular e insular (masía catalana, alquería valenciana, riu-rau
alicantino, posessió balear); en las vegas andaluzas
(cortijo) y en ciertas zonas manchegas (casas de quintería).
En el poblamiento concentrado las viviendas se disponen unas junto a otras,
independientemente de la localización de las respectivas tierras de cultivo,
pasto o bosque. Se extiende prácticamente por todo el territorio español,
predominando los núcleos pequeños y próximos entre sí en el interior
septentrional de la Península (cuencas del Duero y del Ebro) y los núcleos
medianos y grandes, distantes entre sí en la zona meridional y secanos del
Ebro, alcanzando su máxima expresión en las “agrociudades” andaluzas. De
acuerdo con su plano, el poblamiento concentrado presenta dos modalidades
básicas:
· Lineal, con las casas dispuestas a lo largo de una vía o
carretera.
· Apiñado, con las casas agrupadas en torno a un núcleo, de
forma irregular o más o menos regular.
Las transformaciones
recientes experimentadas
por el poblamiento rural pueden sintetizarse en los siguientes aspectos:
En el interior se ha reducido el tamaño de los
núcleos, a raíz del éxodo rural de la década
de 1960, que afectó especialmente a los situados en áreas de pocos recursos o
de difícil accesibilidad. Actualmente se intenta revitalizar estos núcleos,
recuperando sus actividades tradicionales o fomentando otras nuevas, como la
industrialización endógena y el turismo rural.
En las costas, sobre todo en la mediterránea, se ha
desarrollado un poblamiento nuevo dedicado al ocio, que ha llenado el campo de
urbanizaciones, hoteles y chalés, con lo que se ha perdido el carácter agrario
de los espacios afectados.
En las áreas periurbanas el crecimiento demográfico y económico de la
ciudad va incorporando los núcleos rurales próximos, que terminan por formar
parte del continuo urbano. Los núcleos más alejados y con valor ecológico
acaban dedicados a usos residenciales.
1.3.2. El hábitat
rural está constituido
por las células de los asentamientos rurales: las viviendas y otras
dependencias. Su morfología depende del material usado en la construcción y de
la distribución espacial (el plano).
*Los materiales tradicionales de la casa
son los existentes en la zona. Han dado lugar a varios modelos de vivienda:
-La casa de piedra puede aparejarse sin escuadrar o escuadrada
(sillería), y sin cemento de unión (piedra suelta) o con cemento de barro o
cal. Predomina en la periferia peninsular (Galicia, Montes de León, Asturias,
Montes Vascos, Pirineos, la mayoría de Cataluña, Valencia, Murcia, litoral
mediterráneo andaluz); en Baleares, y en Extremadura.
-En la casa de madera entramada, la estructura de madera se proyecta al
exterior de la casa y se rellena con mampostería o ladrillo. Es característica
del País Vasco (caserío), Tierra de Pinares, en Segovia, y la Alcarria, en
Guadalajara.
-La casa de barro tradicional utiliza como material barro crudo
mezclado con paja, secado al sol. Puede moldearse en forma de bloques (adobe) o
configurarse por medio de grandes moldes de madera (tapial). La casa de barro
es característica de ambas mesetas, valle medio del Ebro, huertas de Valencia y
Murcia y campiña del Guadalquivir. Actualmente el barro cocido o ladrillo se ha
difundido por todas partes gracias a su facilidad de transporte.
*El plano de la casa está en relación con la
actividad agraria realizada por sus habitantes. Puede dar lugar a varios
modelos:
-La casa bloque tiene todas las
dependencias bajo el mismo techo (vivienda, establo, granero, almacén). La casa
a ras de suelo tiene un solo piso. En unos casos es de dependencia
única, donde conviven hombres y animales, a veces separados por una simple piel
o tabique, como la palloza gallega (vivienda pastoril permanente); en otros
casos cuenta con dependencias separadas para vivienda y usos agrarios. La
casa en altura está dividida en plantas: baja (establo, almacén, bodega),
superior (vivienda) y, a menudo, un espacio bajo el tejado (pajar o granero).
Ejemplos característicos son el caserío vasco y las casonas asturiana y
santanderina.
-La casa compuesta está integrada por
varios edificios (vivienda, almacén, establo) ubicados en torno a un patio
interior cerrado o abierto. La masía catalana y el cortijo andaluz son
ejemplos de este modelo.
Las transformaciones
recientes en el hábitat rural
derivan de la desaparición de los modos de vida tradicionales que originaron
las casas. Este hecho ha dado lugar a su abandono y destrucción o a su
sustitución por otras tipologías relacionadas con nuevos usos del suelo
(turísticos, segundas residencias), que tienden a imitar los modelos urbanos de
chalé. El resultado es la ruptura de la armonía con el paisaje tradicional y la
pérdida de un importante patrimonio cultural, testigo de la organización
agraria tradicional. Solo recientemente se ha iniciado una tendencia encaminada
a su conservación y protección y al respeto de las nuevas construcciones por el
estilo tradicional.
1.4. La política agraria
Las actuaciones políticas
también repercuten de manera directa en el espacio rural. En España la política
agraria experimentó una enorme transformación tras la entrada del país en la
Comunidad Europea (1986) y la consiguiente adopción de la Política Agraria
Comunitaria (PAC).
1.4.1. La política
agraria desde mediados del siglo XIX hasta la adopción de la PAC se centró en el sistema
de propiedad de la tierra, en el inadecuado tamaño de la propiedad agraria y en
el proteccionismo comercial.
- El sistema de propiedad de la tierra trató
de modificarse con la política desamortizadora del siglo XIX (que no alteró la
concentración de la propiedad en unas pocas manos); con la Reforma Agraria de
la Segunda República (que fracasó en su intento de expropiar las grandes fincas
y favorecer el asentamiento de agricultores en ellas), y con la política de
colonización y extensión del regadío del franquismo (que se propuso poner en
riego extensas áreas privadas a cargo del Estado, a cambio de asentar en una
pequeña parte de ellas a colonos de la zona, con un alcance también limitado).
-El inadecuado tamaño de la propiedad
de la tierra se
abordó con la política de concentración parcelaria y la legislación sobre
grandes fincas.
· La concentración parcelaria, iniciada en 1952, continúa en
la actualidad y, desde 1985, se ha transferido a las comunidades autónomas.
Pretende disminuir el minifundio concediendo a cada propietario una sola
parcela o unas pocas, equivalentes en clase de tierra y tipos de cultivo a las
que tenía antes; también busca dar acceso a las parcelas a las vías de
comunicación. En cada término se fija una unidad mínima de cultivo por debajo
de la cual no puede resultar ninguna nueva parcela y no se permite dividir las
parcelas resultantes por debajo de la unidad mínima fijada.
Como consecuencia de la concentración, han
surgido parcelas menos numerosas, grandes y más regulares, ha disminuido el
número de lindes y se ha creado nueva red de caminos. Pero, territorialmente,
ha afectado más a las áreas de monocultivo de secano (menos problemáticas) que
a las típicamente minifundistas del norte o del levante peninsular.
· La legislación sobre grandes fincas, iniciada durante el
franquismo, afectaba a aquellas que, pudiendo cultivarse, estuviesen
incultas totalmente. La ley, modificada durante la Transición (1979), obliga a
sus propietarios a presentar un plan de mejora, que, de no cumplirse, puede
permitir imponer su arrendamiento forzoso durante doce años.
El proteccionismo comercial suponía
el establecimiento de aranceles a los productos agrarios procedentes del
exterior para evitar que hiciesen la competencia a los nacionales.
1.4.2. La política
agraria comunitaria (PAC), adoptada a partir de la entrada de España en la
Comunidad Europea, marca desde entonces la política agraria española. Sus
consecuencias han sido diversas:
- España se integró en el mercado interior
comunitario, que cuenta con Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) para
los productos más representativos, que fijan precios máximos y mínimos para
cada uno de ellos. Como los precios españoles eran generalmente más bajos que
los europeos, experimentaron un paulatino ascenso, hasta equipararse con ellos.
- Los intercambios con la Comunidad se
liberalizaron y España adoptó el principio de preferencia comunitaria y la
tarifa exterior común para los productos de terceros países. Como consecuencia,
España ha reorientado parte de sus importaciones en beneficio de la Unión y en
detrimento de abastecedores tradicionales, como Estados Unidos y América Latina
y, a su vez, ha accedido a un mercado de más de 371 millones de consumidores,
con alto poder adquisitivo, que demanda productos de calidad.
- Para sacar provecho de esta situación, ha
tenido que realizar un gran esfuerzo para modernizarse y aumentar la
productividad, la calidad y la competitividad. En esta tarea ha contado con la
aportación de fondos estructurales europeos destinados a mejorar las
infraestructuras, los equipamientos y la cualificación de los agricultores
(FEOGA y FSE).
- España se ha visto afectada por los
problemas de la actividad agraria comunitaria y las medidas adoptadas en las
últimas reformas de la PAC para combatirlos. Entre estos problemas,
destacan:
· Los elevados precios de los productos en relación con los del mercado
mundial. Para paliarlo, la última reforma de la PAC ha reducido los precios,
permitiendo a cambio un discreto aumento de los rendimientos.
· La existencia de excedentes de productos agrícolas y ganaderos
(cereales, vino, leche, carne de vacuno, etc.). Trata de combatirse con el
establecimiento de cuotas, con la extensificación de la producción
(incentivando el barbecho y la silvicultura) y con la reorientación de la
producción hacia nuevos productos no excedentarios.
· El deterioro del medio ambiente por la intensificación de la
producción y el uso de productos químicos. Trata de detenerse fomentando la
extensificación y la agricultura ecológica.
· El despoblamiento de las áreas rurales, sobre todo de las más
desfavorecidas, con el riesgo de desaparición de paisajes agrarios
tradicionales y de deterioro medioambiental. Trata de paliarse concediendo
fondos para el desarrollo rural, destinados a la mejora de las infraestructuras
y de las explotaciones y a la diversificación económica (introducción de nuevas
actividades).
-Por regiones, las consecuencias de la PAC han sido
especialmente problemáticas en aquellas que cuentan con producciones
excedentarias en la Unión Europea y poco competitivas respecto a las de los
otros países miembros, como la zona cantábrica, muy
dependiente de la ganadería bovina, y las zonas de cereal y viñedo del interior
peninsular. En cambio, las consecuencias han sido positivas para el litoral
mediterráneo y andaluz, que ha encontrado un buen mercado para sus
productos hortofrutícolas. En Canarias la PAC se empezó a aplicar en
1991, con algunas particularidades, y en Ceuta y Melilla no se
aplica la PAC.
2º.- LOS USOS AGRARIOS DEL ESPACIO RURAL.-
Los
usos son principalmente agrarios, es decir, copados por la agricultura, la ganadería y la explotación forestal.
-La
superficie ocupada tiende a decrecer (34,78% en 2006), los prados naturales y
pastizales se mantienen estables (13,81%) y el terreno forestal se ha
incrementado (34,41%). Pero está creciendo el porcentaje ocupado por otras
superficies (16,99%), debido a la implantación de usos no agrarios y a la
extensión de los espacios naturales protegidos, aunque con diferencias en las
CCAA.
-La
contribución de cada uso a la producción final agraria (PFA, valor total de la
producción agraria descontando los elementos reutilizados en el proceso
productivo, como por ejemplo las semillas o el estiércol), ha evolucionado
desde un predominio de la producción vegetal sobre la animal. No obstante hay
variaciones anuales debido a las circunstancias meteorológicas y marcados
contrastes entre las CCAA.
2.1.- La actividad agrícola.-
La
agricultura tradicional se basaba en el policultivo, con técnicas atrasadas y
sistemas de cultivos extensivos y de bajo rendimiento, con una producción
orientad al autoconsumo o a la venta de excedentes en el mercado nacional.
La
agricultura actual ha permitido incrementar los rendimientos y orientar la
producción a la venta en el mercado.
2.1.1.- La estructura agrícola y sus
transformaciones recientes.-
a)Tiende a especializarse en productos de mejor calidad.
b)Incorporación de técnicas modernas:
-Semillas
seleccionadas y cultivos transgénicos (plantas modificadas genéticamente para
dotarlas de ciertas propiedades como la resistencia a las malas hierbas,
plagas, mayor rendimiento) y así incrementar los rendimientos.
-El
consumo de pesticidas y fertilizantes (especialmente en los regadíos)
-El
uso de maquinaria incrementado desde los 60, pero se encuentra envejecida e
infrautilizada por el escaso tamaño de muchas explotaciones. En la actualidad
se fomenta su renovación por unas máquinas más eficaces, seguras y ecológicas,
y su uso colectivo.
-Empleo
de diversas técnicas para superar los condicionantes naturales. El acolchado
cubre el cultivo con bandas de plástico y los invernaderos (de plástico o
cristal) crean un microclima cálido y húmedo que multiplica las cosechas. El
enarenado prepara el terreno con una capa de estiércol y otra superior de arena
que filtra la humedad y el estiércol retiene y la devuelve poco a poco a las
plantas, actuando también como abono. El cultivo hidropónico, o sin suelo,
sujeta la raíz de las plantas con grava, arena o ceniza y las alimenta con
soluciones de sales inorgánicas (cultivo de flores).
c)La agricultura intensiva gana peso respecto a la extensiva gracias a
la disminución del barbecho en los secanos y a la ampliación del regadío.
-El
barbecho, práctica tradicional que deja descansar la tierra un tiempo variable,
rotando con las cultivadas y así recuperar la fertilidad del suelo.
La
superficie de barbecho ha retrocedido al reducir el período de descanso o con
la utilización de fertilizantes y la extensión del regadío. Pero tal tendencia
se ha interrumpido por las exigencias comunitarias de dejar superficies
adicionales en barbecho para ciertos cultivos y por la falta de ayuda a los
agricultores.
La
distribución muestra contrastes entre su escasa incidencia en el norte
peninsular y alta en C-la Mancha y
Aragón.
Su
ventaja principal es permitir el descanso natural pero reduce la producción
agrícola en las áreas afectadas.
-El
regadío consiste en aportar a los cultivos agua adicional a la proporcionada
por las precipitaciones, procedente de aguas superficiales o subterráneas, empleando
diversos sistemas como el riego por gravedad, aspersión o goteo. Los regadíos
pueden ser intensivos o extensivos.
-los intensivos, al aire libre o
invernaderos, proporcionan varias cosechas adicionales, destacando las
extratempranas y tempranas (frutas hortalizas, cultivos tropicales).
-los extensivos, proporcionan
una sola cosecha, con los mismos cultivos pero con un rendimiento superior, y
también a los cultivos industriales y forrajeros.
La
superficie regada se ha incrementado gracias a obras estatales de gran
envergadura (embalses, canales, trasvases) y el Plan Nacional de Regadíos en el
“Horizonte 2008” planteaba extender la superficie de regadío en zonas
deprimidas para evitar su despoblación y lograr el mantenimiento de las
diferentes redes y el ahorro de agua.
La
distribución espacial muestra contrastes
entre su escasa incidencia en la España húmeda y su importancia en el clima
mediterráneo diferenciando aquí dos zonas:
-el litoral mediterráneo con
regadío intensivo beneficiado por las temperaturas suaves, protección por el
relieve, suelos apropiados, un mercado internacional y buenas comunicaciones
con él.
-el interior peninsular con
regadío extensivo, beneficiado del aporte fluvial, de la mecanización total y
la gran demanda cerealística y de determinados productos industriales.
Las
ventajas, sobre todo del intensivo, son numerosas. Económicamente estabiliza la
producción al independizarla de los ciclos de sequía, incrementa rendimientos y
las rentas de los agricultores. Mejora el nivel de vida e incrementa la demanda
y la dotación de servicios y el bienestar de la población y contribuye a fijar
a la población rompiendo con la tendencia emigratoria de muchas comarcas.
Culturalmente fomenta la preparación técnica y profesional.
Pero
sus problemas son la sobreexplotación de aguas superficiales y subterráneas, utilización
de sistemas despilfarradores de agua (riego por gravedad), conflictos por el
uso del agua con la demanda urbana, industrial y turística y la alteración
medioambiental al aumentar el consumo de fertilizantes y con las estructuras de
los invernaderos, que alteran la estética del paisaje.
2.1.2.- La producción agrícola y sus
transformaciones recientes.-
La
producción aporta entre el 60 y 65%, aunque hay CCAA que superan este porcentaje
(C-La Mancha, Andalucía, C. Valenciana, Murcia, La Rioja y Canarias. Estas
transformaciones se han debido a la necesidad de competir en el mercado europeo
y mundial y a las exigencias de la PAC, que ha impuesto cuotas de producción a
cierto tipo de cultivos y un nuevo sistema de ayudas desligado de la
producción.
a) Los cereales ocupan el 60% de la
superficie cultivada. Los destinados a la alimentación humana (trigo, arroz)
están perdiendo terreno en favor de los usados como pienso para la alimentación
del ganado o para la fabricación de piensos compuestos (cebada, maíz, avena, centeno).
El área de cultivo de la mayoría de los
cereales son los secanos del interior peninsular, donde alternan con barbecho o
con leguminosas, salvo el maíz y el arroz, que son muy exigentes en agua, por
lo que son característicos de la España húmeda o de zonas encharcadas.
La producción de cereales ha crecido gracias a
las mejoras técnicas, aunque los excedentes comunitarios imponen cuotas de
producción.
Las medidas adoptadas por la nueva PAC
(reducción de precios y de las ayudas, y discreto incremento de los
rendimientos por hectárea) suponen una desventaja respecto a otros países
comunitarios, con explotaciones mayores, que pueden subsistir con precios más
bajos.
b) Las leguminosas se destinan al consumo en
verde o en seco (judías, habas secas, lentejas, garbanzos). Algunas se utilizan
también para la alimentación del ganado.
Su área de cultivo coincide prácticamente con
la de los cereales, con los que rotan, pues constituyen un cultivo de descanso
o semibarbecho, ya que sus raíces fijan a la tierra el nitrógeno del aire.
Su producción con la excepción de las
lentejas ha experimentado una fuerte reducción, debido a las dificultades de
mecanización y a los bajos rendimientos, a pesar de su alto valor nutritivo por
su contenido en proteínas.
Las subvenciones de la UE, muy superiores a
las de los cereales, han hecho crecer su extensión en los últimos años.
c) La vid es un cultivo arbustivo
de secano que produce uvas destinadas al consumo en fresco, aunque se emplea
principalmente para la elaboración de vino.
El área productora principal es Castilla-La
Mancha. Además, existen otras de extensión mucho menor, pero con buen mercado
(Rioja, Ribera del Duero, Rías Bajas gallegas, Cariñena, Jerez, Montilla).
También está creciendo el prestigio del cava catalán.
La producción se caracteriza por los bajos
rendimientos, pues en muchas zonas ocupa extensas superficies poco aptas para
otros usos.
La Unión Europea cuenta con importantes
excedentes de vino, pero en la última reforma de la PAC ha cambiado su
filosofía sobre el viñedo, basada hasta el momento en el arranque subvencionado
de cepas. Ahora pretende la reconversión hacia variedades de más calidad y con
mayor mercado, concediendo subvenciones con este fin y primas para el abandono
de la actividad en zonas de baja calidad.
d) El olivo es un cultivo arbóreo muy
resistente a la sequía estival. Una parte de su cosecha se destina a la
aceituna de mesa (10%), y el resto, a la obtención de aceite en almazaras.
Su área productora se concentra en el sur
peninsular, en las campiñas andaluzas y extremeñas especialmente en Jaén, que
totaliza una cuarta parte de la producción total y en Córdoba.
La superficie cultivada y el número de árboles
experimentaron un crecimiento espectacular gracias a las subvenciones de la
Unión Europea al consumo y a la producción. Esta es muy variable, dado que el
olivo es un árbol vecero, que alterna buenas y malas cosechas, por lo que
tradicionalmente se ha asociado con la vid. En la actualidad las mejoras
técnicas han corregido algo la vecería (abonado, lucha contra las plagas, riego
por goteo). La producción de aceite de oliva es la mayor del mundo (40%
mundial), pero se enfrenta con algunos problemas. El precio del aceite es
elevado por la escasa mecanización, de modo que sufre la competencia de otros
aceites más baratos. Para paliarlo, se busca fomentar la venta del aceite de
calidad o “virgen” (obtenido del primer prensado de las aceitunas, sin proceso
de refino para decolorarlo o desodorizarlo).
Por otra parte, la PAC impone cuotas a la
producción, que en la última reforma se han cifrado un 20% por debajo de la
producción real, a la vez que se han reducido las ayudas.
e) Los productos
hortofrutícolas se destinan al
consumo en fresco o a la industria de conservas vegetales.
Las áreas productoras se localizan en los
regadíos peninsulares e insulares, salvo en el caso del almendro, que es de
secano.
-Las hortalizas (al aire libre o en
invernaderos) se cultivan en los regadíos del litoral mediterráneo y en los
ubicados en las proximidades de los centros de consumo urbanos.
-Los frutales se centran en los regadíos
litorales mediterráneos y en los valles regados del interior: los cítricos, en
la Comunidad Valenciana y en Andalucía; los frutales de hueso en la franja
costera mediterránea y en el valle del Ebro; los frutales de pepita, en
Asturias, Lleida y Barcelona, y el plátano, en Canarias.
La producción hortofrutícola, tradicionalmente
para autoconsumo, ha experimentado un crecimiento enorme y se orienta ahora en
gran parte a la exportación, constituyendo un elemento fundamental en la
balanza comercial española. En este hecho ha influido el aumento del consumo
motivado por la elevación del nivel de vida.
f) La floricultura ha ido ganando
importancia en Canarias y en Cataluña.
g) Los cultivos
industriales requieren una
transformación industrial previa a su consumo. Son el girasol, la remolacha
azucarera, el algodón y el tabaco.
Su área productora principal es la mitad
meridional de la Península (Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía), salvo
para la remolacha, que tiene su área básica en Castilla y León (valle del
Duero).
La producción, por su relación con la
industria, se realiza con gran capitalización; muchas veces son las propias
industrias las que proporcionan las semillas, dan instrucciones a los
agricultores y supervisan la producción, cuyo precio suele contratarse
previamente.
- La remolacha ha aumentado su producción y se
destina a la industria azucarera. La PAC le ha adjudicado una cuota inferior a
su consumo.
- El girasol creció, pues permite reducir el
barbecho en la zonas de cereales y recibía fuertes subvenciones de la UE. La
última reforma de la PAC las ha reducido hasta equipararlas con las concedidas
a los cereales, lo que ha relegado el cultivo a las áreas mejor adaptadas.
- El algodón y el tabaco tienen su producción
sometida a cuota. El tabaco, además, verá reducirse las ayudas comunitarias en
consonancia con la batalla contra el tabaquismo.
h) Los cultivos
forrajeros se destinan a la
alimentación animal (alfalfa, maíz forrajero, veza). Su área de cultivo se
concentra en la mitad septentrional de la Península, por su medio físico más húmedo,
y en los regadíos.
La producción y la superficie cultivada han
crecido desde 1950, paralelamente a la demanda de productos ganaderos de la
sociedad española.
2.2.- La actividad ganadera.-
La ganadería
tradicional se basaba en la coexistencia de diversas especies ganaderas en el
mismo ámbito, integradas por razas autóctonas con elevado grado de rusticidad;
en explotaciones pequeñas, que usaban técnicas atrasadas, y sistemas extensivos
(pasto a diente en prados naturales, trashumancia), que consumían mucho
espacio, requerían abundante mano de obra y producían escasa rentabilidad.
La ganadería
actual ha experimentado importantes transformaciones en la estructura y en la
producción, que han permitido el incremento de los rendimientos.
2.2.1. Las
transformaciones en la estructura ganadera
Las
transformaciones en la estructura ganadera pueden resumirse en especialización,
tecnificación e intensificación.
a) La ganadería tiende a especializarse en la producción de carne o leche. Esto ha
supuesto una sustitución de las razas nacionales por otras extranjeras
seleccionadas y la casi desaparición de las razas de aptitud mixta (carne y
leche). No obstante, se está produciendo una cierta recuperación de las razas
autóctonas, sobre todo de ovino y caprino, gracias a las subvenciones
procedentes de la Unión Europea, combinadas con la Ley de Agricultura de
Montaña.
b) Aumentan
progresivamente la mecanización y el tamaño de las explotaciones, con lo que se elevan
los rendimientos.
-La
ganadería extensiva, dependiente del medio físico, y alimentada a diente en
prados y pastizales naturales (vacuno de norte) o en rastrojos, (ganadería
ovina y caprina), aunque mantiene su importancia en ciertas áreas, evoluciona
hacia una ganadería intensiva.
- La
ganadería intensiva o industrial, desvinculada del medio físico, estabulada
o mixta, y alimentada total o parcialmente con piensos, se ha incrementado notablemente,
sobre todo en las áreas próximas a los centros de consumo. Esto explica que el
centro de la cabaña ganadera, tradicionalmente situado en el norte peninsular,
se vaya desplazando hacia el nordeste y el litoral mediterráneo, especialmente
en el caso del ganado porcino y avícola.
A pesar de este
importante desarrollo, la ganadería española sigue presentando algunos problemas
que le restan competitividad:
-
La escasez de alimentos para el ganado, derivada de la pobreza de
precipitaciones en gran parte de territorio, impide disponer todo el año de
pastos frescos naturales, salvo en la España atlántica y en las áreas de mayor
altitud de la mitad norte peninsular. Esto, unido al incremento de la ganadería
intensiva, supone una elevada dependencia de forrajes y piensos compuestos
importados, cuyos precios han experimentado fuertes subidas y desequilibran la
balanza comercial agraria. Para mitigarlo, se fomenta el cultivo de forrajes en
los nuevos regadíos y las oleaginosas, uno de cuyos subproductos son tortas
para el ganado.
-El
tamaño de muchas explotaciones ganaderas sigue siendo inadecuado, a pesar
de la creciente concentración y del aumento del número medio de cabezas por
explotación.
-En
la Unión Europea la ganadería se enfrenta a la fuerte competencia de otros
países y a los excedentes, que han llevado a establecer cuotas para algunos
productos, como la leche y la carne de vacuno. Estas cuotas se han ampliado en
la última reforma de la PAC, pero a cambio de la reducción de los precios.
-La
sanidad animal, aunque ha mejorado considerablemente, sigue presentando
brotes epidémicos que afectan a las exportaciones, pues la normativa sanitaria
comunitaria es muy estricta. Además, el conocimiento de la utilización de
ciertas prácticas en la alimentación animal (antibióticos, hormonas, etc.)
incide negativamente en el consumo interior de carne y provoca una creciente
exigencia de calidad.
2.2.2. Las transformaciones en la producción
ganadera
La producción ganadera ha
aumentado su participación en la producción final agraria, hasta situarse en el
42,2% (2000). Incuso hay zonas, como Asturias, Cantabria, Galicia, el País
Vasco y Cataluña, donde supone más del 60% . Este es un proceso general, cuyas
causas han sido la mecanización del campo (que libera tiempo para otras
actividades), la conservación del suelo mediante el cultivo de forrajeras, y la
necesidad de mejorar la alimentación humana con proteínas procedentes de la
carne, la leche y los huevos. Desde 1960 el aumento del consumo de estos productos
en España ha sido enorme.
La producción ganadera
también ha experimentado transformaciones en sus distintos componentes.
a) La ganadería bovina se destina a la
producción de leche y carne.
Su localización varía según la aptitud y el régimen del
ganado:
-El
bovino de aptitud lechera se localiza, en régimen extensivo o mixto, en
el norte peninsular, y en régimen intensivo, en los alrededores de las ciudades
para aprovechar el mercado urbano y el ahorro del transporte. Este sistema
requiere técnicas modernas de ordeño e inseminación que suponen altos costes,
solo soportables por la proximidad al mercado. Últimamente está creciendo la
importancia de la ganadería lechera en Andalucía, donde existen explotaciones a
gran escala aprovechando los forrajes de los regadíos.
-El
bovino de aptitud cárnica se localiza principalmente en zonas de montaña (donde
no resulta posible la recogida diaria de la leche) y en los montes y dehesas de
las penillanuras occidentales y de Sierra Morena, en régimen extensivo.
Los
problemas de la producción de leche y carne son los fuertes excedentes
existentes en la Unión Europea, que han llevado a fijar un sistema de cuotas,
cuya cuantía se ha aumentado en la última reforma de la PAC, pero acompañada de
la reducción del precio; la competencia de la leche más barata de otros países
comunitarios, y la competencia de las carnes más baratas de cerdo y de ave.
b) La ganadería ovina se destina a la
producción de carne y leche, muy demandada para la fabricación de quesos tipo
manchego.
Se localiza
en los secanos del interior peninsular, disminuyendo su densidad hacia Levante
y hacia el sur. Se explota en tres regímenes:
-La ganadería trashumante supone el
desplazamiento estacional del ganado entre pastos de invierno y de verano.
Actualmente está en decadencia por la escasez de pastos y de pastores.
- La
ganadería estante es subsidiaria de la agricultura y presenta rendimientos
variables en función de que el ganado paste solo en rastrojos y barbechos o lo haga en grandes áreas adecuadamente
organizadas.
- La ganadería estabulada para ceba de
corderos es la que obtiene mayores rendimientos.
El problema de esta ganadería es que
todavía persisten muchas explotaciones tradicionales, con ovejas viejas y de
mala calidad. La Unión Europea está proporcionando ayudas para mantener las
explotaciones extensivas. Gracias a ellas y a los altos precios pagados por la
carne y por la leche, la producción ha crecido de forma espectacular en los
últimos años y se están haciendo esfuerzos de mecanización y modernización.
c) La ganadería
porcina se destina en
parte al consumo en fresco y en parte a la chacinería (fabricación de
embutidos).
Su localización varía en función del
régimen ganadero:
- El régimen intensivo e industrial
(razas extranjeras y alimentación con piensos) predomina en Cataluña. Aquí,
adopta frecuentemente el sistema de la integración; es decir, la conjunción de
una empresa que proporciona la materia prima (lechones) y los piensos, y un
ganadero, que aporta el establo y el trabajo.
- El régimen extensivo y basado en
razas autóctonas de calidad (cerdo ibérico) se localiza en Extremadura y
Salamanca.
El principal problema son las fuertes
oscilaciones de precios debidas a los excedentes y a las importaciones desde
países comunitarios.
d) La ganadería avícola se destina a la
producción de carne y huevos, que alcanza niveles elevados.
Se localiza en Cataluña, Castilla y
León y Aragón, donde es una ganadería intensiva e industrial en la que
predominan las razas extranjeras y los piensos importados, y se ha adoptado
también el sistema de la integración.
El problema de la carne de pollo es
que es un sector muy sensible al descenso de la demanda, que trata de paliarse
con la retirada del mercado de ciertos contingentes para evitar una caída excesiva
de los precios y con ayudas a la exportación de pollo congelado.
Últimamente está creciendo también el
consumo de carne de avestruz, a la que los expertos auguran un buen futuro.
2.3.- La actividad forestal.-
La superficie forestal ocupa en España
18,8 millones de hectáreas (2007), de las cuales un 45% son maderables. Las
especies principales son frondosas (haya, roble, castaño, chopo y eucalipto) y
coníferas (pino resinero y halapensis).
Su destino es la producción de madera
y pasta de papel, luego la resina para disolventes y corcho para tapones y
aislantes.
Las áreas productoras principales en
el norte, las de Soria (pinos) y Huelva (eucaliptos).
La producción de madera ha aumentado
por la expansión de especies de crecimiento rápido, pero es insuficiente por lo
que se recurre a la importación.
La PAC y el Plan Forestal Español
fomentan las repoblaciones y la silvicultura para incrementar la producción de
madera y fomentar otros usos del bosque, como los recreativos y los
medioambientales, especialmente para la protección del suelo y la absorción del
CO2.
3º.-
Los paisajes agrarios de España.-
Los paisajes agrarios son la morfología que
presenta el espacio rural. Esta resulta de la combinación del medio natural
(factores físicos) con la actividad agraria practicada sobre él (factores
humanos). La diversidad de estas combinaciones en el territorio español explica
la variedad de paisajes agrarios existentes.
3.1.
El paisaje agrario de la España húmeda
Comprende el norte y noroeste peninsular. Esta zona posee
un medio físico caracterizado por un relieve accidentado, con escasas
superficies llanas y clima oceánico lluvioso todo el año.
a) La estructura agraria se caracteriza por los siguientes
rasgos.
- Una
población tradicionalmente muy numerosa a la que el campo no podía
proporcionar ingresos suficientes, por lo que estuvo sometida a fuerte
emigración y hoy es una población envejecida. El poblamiento predominante es disperso
intercalar a partir de aldeas, parroquias y pueblos.
- Los
campesinos son propietarios de pequeñas parcelas (minifundismo),
cercadas por setos y alejadas entre sí, lo que disminuye su rentabilidad y
dificulta la mecanización. Para corregirlo se ha impulsado la concentración
parcelaria.
- Los
usos del suelo son principalmente ganaderos.
b) La agricultura ocupa una superficie poco
extensa. En la zona costera los campos ocupan el fondo de los valles; en
el interior, al ser estos más estrechos, el aprovechamiento agrario es muy
reducido. Es una agricultura de secano, debido a la regularidad de las
precipitaciones.
En el
pasado se practicaba el policultivo
porque los campesinos vivían muy aislados y necesitaban autoabastecerse. Se
cultivaban productos hortofrutícolas en pequeños huertos al lado de las
casas para consumo familiar, así como maíz, patata, frutales y vid, esta
última sobre todo en Galicia. En las tierras de peor calidad se sembraba cebada
o centeno, y la economía familiar se completaba con la cría de ganado. Solo
una parte de estos productos se vendía en el mercado. Este sistema tradicional
se mantiene aún en algunas zonas del interior de Galicia.
En la
actualidad el policultivo va desapareciendo y la
agricultura se va especializando en cultivos de huerta y plantas
forrajeras para el ganado (prados, alfalfa, trébol, maíz forrajero), en
consonancia con el desarrollo de la ganadería vacuna semiestabulada.
c) La ganadería es la actividad económica
más importante. Se ve favorecida por las condiciones climáticas, por la demanda
urbana de leche y carne y por el éxodo rural.
En
Galicia sigue predominando la pequeña y mediana explotación familiar, a pesar
de los esfuerzos recientes de modernización. En la fachada cantábrica, las
explotaciones se han modernizado más en tamaño y equipamiento, aunque algunas
tampoco son competitivas por falta de pastos y de tierra, por lo que se ha
extendido la ganadería a tiempo parcial.
Las
perspectivas de futuro no son muy buenas. Muchas explotaciones son todavía
pequeñas y anticuadas y existe gran dependencia de las industrias lácteas. La
pertenencia a la Unión Europea plantea además la mayor competitividad
comunitaria y el problema de los excedentes, que conlleva la imposición de
cuotas y la disminución de la producción, lo que a su vez dificulta la
modernización.
d) La explotación
forestal es otra actividad
importante. Se destina a la industria del mueble o a la obtención de pasta de
papel.
3.2. El paisaje agrario
del interior peninsular
Comprende ambas Mesetas y la depresión del Ebro. Estas
zonas poseen un medio físico caracterizado por un relieve de elevada
altitud media en la Meseta —páramos altos, colinas y campiñas— y un clima
mediterráneo continentalizado, con escasez de precipitaciones estivales y
riesgo de heladas en amplias zonas del norte.
a) La estructura agraria se caracteriza por los
siguientes rasgos.
-
La población ha emigrado en los últimos decenios, provocando despoblación y
abandono de tierras en muchas áreas. El poblamiento es concentrado en
pueblos, pequeños en los valles del Duero y del Ebro y grandes y
distanciados entre sí en la mitad sur peninsular.
-
El sistema de propiedad es variado: el minifundio domina en el valle
del Duero (donde se ha visto atenuado por la emigración y la concentración
parcelaria), y en los regadíos del Ebro. Las grandes propiedades son
características de Salamanca, Burgos, Castilla-La Mancha y los secanos aragonés
y extremeño.
-Los
usos del suelo son variados.
b) La agricultura ocupa el 44% de la
superficie y presenta claras diferencias entre las áreas de secano y de
regadío.
- El
secano domina en los páramos y campiñas meseteñas y en las áreas no
regadas del valle del Ebro. Se dedica a cultivos extensivos
protagonizados por la llamada “trilogía mediterránea”: los cereales, la
vid y el olivo.
En el
pasado los cereales, principalmente trigo,
cultivados en campos abiertos, rotaban con barbecho o con leguminosas y
llevaban asociada una ganadería ovina que pastaba en los rastrojos. Además, los
secanos estaban ocupados por cultivos leñosos, como la vid y el olivo, seguidos
a considerable distancia del almendro y del algarrobo. Estos cultivos aparecían
asociados entre sí o a otros aprovechamientos, o bien como monocultivo.
En la
actualidad, el trigo ha sido sustituido en
gran parte por la cebada, y el barbecho completo se ha reemplazado por el medio
barbecho, que utiliza el girasol como cultivo de descanso, o incluso ha
desaparecido gracias al regadío y al uso de abonos químicos. Esta tendencia
choca con la reforma de la PAC, que para acceder a las ayudas, obliga al
agricultor a dejar en barbecho, además de la superficie normal, otra adicional,
y ha reducido considerablemente las ayudas al girasol. Los cereales predominan
en Castilla y León, mientras en Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura cobran
además importancia el olivar y el viñedo. Este último destaca en la Rioja y
Navarra, por su calidad y extensión.
-
El regadío permite un aprovechamiento más intensivo.
Tradicionalmente, el único espacio regado eran pequeñas
extensiones en las vegas de los ríos y cerca de los pueblos, que producían,
sobre todo, verduras y hortalizas para autoconsumo.
En la
actualidad ha aumentado el regadío gracias al
uso del agua embalsada y subterránea, lo que ha permitido diversificar la
producción: plantas industriales como la remolacha azucarera, el lúpulo y el
tabaco; forrajes para la alimentación del ganado, como la alfalfa o el maíz, y
frutas y hortalizas, que son la base de una destacada industria conservera en
las tierras riojanas, navarras y aragonesas del valle del Ebro.
c) La ganadería tiene importancia en
ciertas zonas:
- En
los secanos castellanos y de la depresión del Ebro predomina la ganadería ovina,
que pasa en los rastrojos, y está siendo mejorada mediante cruces con razas
extranjeras. Además, en Castilla y León han crecido el vacuno estabulado para
leche en las inmediaciones de los núcleos urbanos y regadíos modernos, y el
ganado porcino.
-En
Extremadura el paisaje característico es la dehesa, que se extiende
hacia Salamanca y Zamora. Es una gran explotación agroganadera, que, en las
zonas de sierra, tiene un aprovechamiento más forestal de la madera de encina y
alcornoque. La dehesa tradicional tenía una orientación principalmente
ganadera, como pasto para rebaños de ovino y porcino y, secundariamente,
bovino; las tierras cultivadas, en rotaciones muy largas, tenían como fin
producir alimentos y rastrojos para el ganado durante el largo período de
sequía estival, lo mismo que el fruto de las encinas y alcornoques, utilizado
en la etapa final de ceba del cerdo. En la actualidad, el vacuno tiene mayor
peso relativo; algunas áreas de mejores suelos se destinan a la agricultura
mecanizada, y otras se han reconvertido hacia otros usos, como la caza.
d) La explotación forestal es característica de
algunas áreas, como la Tierra Pinariega soriana.
3.3.
El paisaje agrario mediterráneo
Comprende el litoral y prelitoral mediterráneo, el valle
del Guadalquivir y Baleares. Estas zonas poseen un medio físico
caracterizado por un relieve accidentado -llano cerca de la costa y algo montañoso en
las zonas prelitorales- y un clima mediterráneo
costero con precipitaciones muy escasas en verano.
a) La estructura agraria se caracteriza por los
siguientes rasgos:
-
Una población numerosa, tradicionalmente dispersa, aunque cada vez
más los agricultores prefieren fijar su residencia en núcleos concentrados
donde encuentran más servicios, salvo en el caso de las huertas litorales.
-
La propiedad de la tierra está generalmente muy dividida en las zonas
regadas. En el secano las propiedades son pequeñas y medianas en Valencia y
Murcia, medianas en Cataluña y grandes en Andalucía occidental.
-
Los usos del suelo son diversos.
b) La agricultura presenta una clara diferenciación entre cultivos de
regadío y de secano:
-Los
cultivos de regadío se ven favorecidos por las suaves temperaturas, la
elevada insolación, la protección del relieve, la existencia de suelos
apropiados y una importante demanda internacional de elevado poder adquisitivo.
Se dedican a la horticultura temprana al aire libre, a la horticultura precoz
bajo plástico, a la fruticultura mediterránea (cítricos y frutales de hueso y
pepita) y a los frutos tropicales (chirimoyo, aguacate) en las hoyas andaluzas
de Málaga y Granada, gracias a la excepcional suavidad de los inviernos.
-
Los cultivos de secano se dan en las campiñas del valle del Guadalquivir y
en las zonas prelitorales más montañosas o accidentadas. En ellos dominan los
cereales, la vid, el olivo, y el almendro.
c) Las ganaderías bovina y porcina son
mayoritarias en Cataluña gracias a la demanda urbana; la ovina y caprina son
características de los secanos, y las reses bravas, de las orillas del
Guadalquivir.
3.4. El paisaje agrario de montaña
El paisaje agrario de montaña presenta un medio físico
con condiciones extremas: relieve de elevada altitud y fuertes pendientes; y
clima con invierno frío y precipitaciones muy abundantes, que en buena parte
del año caen en forma de nieve.
a) La estructura agraria se caracteriza por los
siguientes rasgos:
- Una
población con muy bajas densidades y tendencia al despoblamiento, y un poblamiento
tradicionalmente disperso, en pequeños núcleos localizados en los valles, que
actualmente tienden a abandonarse en favor de una concentración en pueblos
mayores, situados en el fondo de los valles.
-
Predomina la pequeña propiedad, en parcelas cerradas, en muchos casos
separadas entre sí; aunque también es frecuente la existencia de montes y
praderas de propiedad pública municipal, de aprovechamiento exclusivo para los
vecinos.
-Los
usos del suelo son diversos y complementarios, escalonándose en función de
las diversas condiciones climáticas: agricultura en el fondo de los valles,
explotación forestal en los bosques de las vertientes, y ganadería en los
matorrales y pastos de las cumbres; aunque con diferencias según el área
climática donde se localizan las montañas.
b) La agricultura, en las montañas del norte peninsular, se practica en el
fondo de los valles e incluye cultivos de huerta; mientras que en las
montañas más térmicas de Levante y del sur, algunos cultivos, como los
almendros y olivos, ascienden por las vertientes en bancales y terrazas.
c) La ganadería pasta en régimen
extensivo. En la montañas del norte peninsular es bovina u ovina, y aprovecha
las roturaciones y claros abiertos en los bosques de las vertientes, así como
los matorrales y praderas de las cumbres. En la montaña mediterránea, donde
suele faltar el piso supraforestal de matorrales y pastos, domina la ganadería
ovina, que practica una trashumancia local entre el valle y la cima.
d) La explotación
forestal se centra en el
aprovechamiento de la leña como combustible y de la madera de especies como el
eucalipto, el castaño o el pino.
3.5.
El paisaje agrario de Canarias
Corresponde a un medio físico caracterizado por un
relieve volcánico accidentado y un clima cálido durante todo el año, con
precipitaciones escasas e irregulares en las zonas bajas.
a) La estructura agraria presenta estos rasgos:
- La
población rural está en retroceso por la atracción que ejercen sobre ella las
actividades del sector terciario (turismo).
-
Predomina el poblamiento concentrado laxo, en aldeas y caseríos, aunque existen
pueblos mayores que no suelen rebasar las 500 casas.
-La
propiedad agraria muestra importantes contrastes entre las pequeñas propiedades
de las zonas medias y altas y las grandes explotaciones de los regadíos
costeros.
b) La superficie cultivada es reducida:
- En
las áreas litorales regadas predominan el monocultivo destinado a la
exportación (plátano, tomate, patata extratemprana), los cultivos bajo plástico
(pepino, pimiento, flores), y las nuevas plantaciones tropicales (papaya,
mango, piña, aguacate).
-En
las zonas medias y altas del interior de las islas se da una agricultura
tradicional de secano orientada al autoconsumo más que a la comercialización,
que tiene hoy como cultivos más característicos la vid y la patata. El trigo,
que tradicionalmente rotaba con barbecho o patatas, ha reducido notablemente su
extensión.
c) La ganadería ovina y caprina es
escasa, y está asociada a la agricultura.
d) La explotación
forestal ha utilizado la
madera de los pinares y la del fayal brezal y laurisilvia para el
carboneo, la construcción y los soportes de los cultivos (las varas y ramas).
4º.- Las dinámicas recientes del mundo rural.-
Las transformaciones y el
progreso experimentado por las actividades agrarias desde fechas relativamente
recientes no han afectado por igual a todo el espacio rural español, de modo
que actualmente siguen conviviendo tradición y modernización:
-Algunas comarcas han mostrado una menor
adaptación a los cambios, siguen manteniendo productos tradicionales de escaso
rendimiento, y se ven abocadas al abandono. Estas áreas, que han recibido la
denominación de “espacio rural profundo”, son las que mejor ejemplifican la
llamada crisis del mundo rural.
-Otras comarcas han sabido adaptarse y
especializarse en producciones competitivas de altos rendimientos, integradas
en la economía de mercado. A pesar de ello, se ven afectadas también por
diversas dificultades.
Estos problemas han llevado a hablar de
“crisis del mundo rural” y tratan de solucionarse mediante políticas de
ordenación del espacio rural.
4.1.- Los nuevos usos del espacio rural.-
a)Causas:
-Una nueva percepción positiva de lo
rural ante el crecimiento del malestar urbano, asociado con la contaminación,
desempleo, inseguridad, que revaloriza lo rural como sinónimo de mayor calidad,
tranquilidad, seguridad, sociabilidad y calidad medioambiental.
-Tendencia a descentralizar la
residencia, la producción y los servicios buscando menores costes y una
organización territorial más equilibrada.
b)Los nuevos usos:
-Usos residenciales como viviendas
secundarias de fin de semana o principales próximas a las grandes urbes ante la
carestía de suelo urbano.
-Usos industriales derivados del
traslado de fábricas que buscan suelo, mano de obra más barata, y el
aprovechamiento de los recursos naturales.
-Usos terciarios como las infraestructuras
de transporte y de aprovisionamiento urbano, grandes superficies comerciales y
equipamiento recreativo.
-Usos paisajísticos-culturales y
conservacionistas.
c)Consecuencias:
-Positivas: distribución más
equilibrada de la población y de la actividad económica del espacio,
favoreciendo la integración territorial y la recuperación de economías rurales.
-Negativas: pérdida de identidad del
espacio agrario, degradación medioambiental, competencia entre actividades por
los recursos, conflictos sociales entre la población llegada con valores e
intereses económicos diferentes.
Es necesaria una serie de políticas de
ordenación rural que armonicen los diversos usos.
4.2. La crisis del mundo rural
La crisis del mundo rural
se manifiesta en diversos indicadores:
a) El descenso de
la población activa ocupada en el sector, situada actualmente en torno al 6,6%
(2001).
b) La disminución
de su contribución relativa al PIB, o Producto Interior Bruto, cifrada en torno al 3%. No
obstante, hay que tener en cuenta que la aportación agraria al PIB ha crecido
en términos absolutos, al incrementarse los rendimientos, y que desempeña un
importante papel como suministradora de materias primas a la industria
agroalimentaria, que transforma actualmente casi el 70% de la producción
agraria.
c) La reducción
de la participación agraria en el comercio exterior en relación con los
otros dos sectores económicos (aunque ha aumentado el valor de las
exportaciones y de las importaciones) y el déficit de la balanza comercial
agraria. Esta, que tradicionalmente arrojaba superávit, se vuelve deficitaria
desde principios de la década de 1970, rompiéndose esta tendencia solo en
momentos puntuales. Las causas han sido el incremento de las importaciones
alimentarias relacionadas con el aumento del nivel de vida, las importaciones
de productos tropicales y el déficit maderero.
4.3.- Los problemas rurales y las políticas de
desarrollo rural.-
Padece diversos problemas que se
tratan de solucionar mediante la política de desarrollo rural, en la que
intervienen 3 administraciones:
La UE
que plantea las directrices generales que para alcanzarlas concede ayudadas
procedentes del FEADER (Fondo Agrícola de Desarrollo Rural); el Estado Español
a través del Mº de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) que marca las
prioridades nacionales y una Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural;
y las CCAA que elaboran Programas de desarrollo Rural y sus Directrices
Estratégicas Territoriales de Ordenación Rural.
4.3.1. Problemas demográficos
-La disminución y el envejecimiento de la población rural como consecuencia de la
emigración de jóvenes a las ciudades para trabajar en otras actividades.
-La
escasa cualificación de la mano de obra hace difícil su reconversión hacia
otras actividades productivas
4.3.2. Problemas económicos
-Existe todavía una escasa diversificación
económica del espacio rural, que
mantiene una excesiva dependencia de las actividades agrarias. La principal
consecuencia, teniendo en cuenta que el sector requiere cada vez menos
población ocupada, es el paro agrario. Este afecta especialmente a las zonas
donde han dominado tradicionalmente las grandes propiedades agrarias trabajadas
por jornaleros.
-La actividad agraria debe adaptarse a los
cambios operados en los últimos años en la demanda alimentaria (cada
vez más exigente en calidad) y en la dieta (alimentos hipocalóricos, bajos en
colesterol, etc.).
-La dependencia del mercado y de la industria es cada vez mayor, tanto en el abastecimiento (semillas, abonos,
insecticidas, piensos, maquinaria) como en la venta de los productos a las
fábricas agroalimentarias, que marcan las características a que deben atenerse
(por ejemplo, el diámetro de los tomates, el peso de los pollos, etc.).
-La PAC exige una creciente
modernización agraria para incrementar la competitividad y los rendimientos, a
la vez que impone restricciones a la producción y al descenso de los precios.
4.3.3. Problemas de equipamiento y calidad de
vida
Muchos núcleos rurales
tienen problemas de accesibilidad; carencias en infraestructuras y servicios
elementales (recogida de basuras), y bajas dotaciones en equipamientos
colectivos de todo tipo (docente, asistencial, sanitario, deportivo, cultural,
etc.). Esta situación se explica en parte por las bajas densidades demográficas
y trae como consecuencia una menor calidad de vida. En algunos casos, este
problema se agrava por la lejanía respecto a núcleos urbanos que puedan
proporcionar estas dotaciones.
4.3.4. Problemas medioambientales
La actividad agraria
contribuye a la degradación del medio natural:
-La vegetación se degrada por la deforestación de amplios espacios, roturados o incendiados
para obtener tierras agrícolas o de pasto, con el consiguiente aumento de la
erosión.
-El
suelo se degrada por sobreexplotación
(prácticas intensivas) y contaminación (abuso de productos químicos). A
la larga, los pesticidas acaban haciendo resistentes a los parásitos, por lo
que la cantidad necesaria es cada vez mayor, y los abonos químicos disminuyen
la calidad nutritiva de las plantas.
-Las aguas superficiales y acuíferos sufren problemas de sobreexplotación y
contaminación, causada por los productos químicos y por los vertidos
directos de purines ganaderos a los ríos.
5º.-
LOS ESPACIOS DE LA ACTIVIDAD PESQUERA.-
La pesca es una actividad
económica de antigua tradición, que ha ido perdiendo peso en el conjunto de la
economía, aunque sigue teniendo gran importancia en algunas zonas, como
Galicia, y, en general, en la dieta alimentaria española (40 kg hab/año de
consumo de pescado en el año 2000).
5.1.-El espacio pesquero español se encuentra
organizado en ocho regiones (noroeste, cantábrica, tramontana, levantina,
surmediterránea, suratlántica, balear y canaria). La más importante por sus
capturas es la del noroeste, seguida de las otras regiones atlánticas.
5.2.-La
producción pesquera presenta los siguientes rasgos:
-Las especies capturadas son peces en
sus tres cuartas partes; el resto son moluscos y crustáceos. Destaca por su
valor el pescado blanco (merluza y pescadilla), y por su tonelaje, las
sardinas y las anchoas para la industria conservera, seguidas del atún y el
bonito. El destino principal de la pesca es el consumo humano.
Predomina el pescado vendido en fresco, aunque se aprecia un aumento
considerable de las distintas formas de transformación industrial: salazón,
conserva, congelación y reducción (extracción de aceites o harinas a partir de
desechos o pescados en mal estado).
-La
pesca desembarcada experimentó un gran crecimiento hasta 1976 por
el aumento de la demanda interna, la libertad de pesca y el crecimiento de la
flota pesquera. Desde entonces desciende por el agotamiento de los caladeros
nacionales, por las restricciones internacionales a la libertad de pesca y por
las cuotas comunitarias. Desde 1990 se observa cierta recuperación, cuyo futuro
es incierto.
5.3. La crisis y los problemas de la actividad
pesquera
La actividad pesquera
atraviesa en la actualidad una situación de crisis motivada por la existencia
de diversos problemas que afectan al sector.
La crisis es
visible en algunos indicadores:
-El descenso de la
población activa ocupada en el sector.
-La disminución de su contribución al
PIB (en torno al 1% de este); aunque no puede olvidarse que es una
actividad con un importante efecto multiplicador (astilleros, fábricas de
conservas, de instrumental, de hielo, transportes, comunicaciones terrestres,
etc.).
-El comercio exterior es muy
deficitario a causa del elevado consumo interno, que obliga a importar grandes
contingentes de pescado.
Los problemas causantes
de la crisis son unos recursos insuficientes en relación con la destacada
capacidad pesquera de la flota española, y que, además, tienden a reducirse por
el importante deterioro medioambiental de las aguas marinas.
5.4.- Los problemas de la pesca y la
política pesquera.-
Las 3
administraciones que intervienen para solucionarlos son la UE que plantea las
directrices generales y concede ayudas a través del FEP (Fondo Europeo de
Pesca); el Estado Español que tiene competencias exclusivas en la flota y en la
planificación básica, por lo que elabora planes generales (Ley de Pesca del
Estado) y concreta las directrices
europeas (Plan Estratégico Nacional); y las CCAA que tienen competencias en sus
aguas costeras, llamadas aguas interiores y en el marisqueo y los cultivos
marinos.
5.4.1. El problema de los caladeros
La pesca se realiza en
caladeros, que son lugares apropiados para calar o tirar las redes. El problema
que presentan es el agotamiento de los caladeros nacionales y las restricciones
de pesca en los caladeros comunitarios e internacionales.
a) Los caladeros
nacionales ofrecen modestos
recursos porque la plataforma continental es reducida y porque en ellos se ha
venido practicando una explotación masiva de pescado, estimulada por la fuerte
demanda nacional. Esta sobreexplotación ha sido llevada a cabo principalmente por
la flota artesanal, integrada por pequeñas embarcaciones que no pueden alejarse
mucho de la costa (menos de 20 TRB o toneladas de registro bruto).
b) Los caladeros
comunitarios están sometidos
a un sistema de cuotas. Estas se fijan cada año por la Unión Europea para
asegurar la sostenibilidad de las capturas, de manera que solo se puede pescar
una cantidad máxima establecida, que
se reparte entre los barcos autorizados mediante licencia para pescar.
c) Las restricciones en
los caladeros internacionales empezaron en 1974, cuando los recursos vivos del mar
dejaron de considerarse bienes libres. Desde entonces se inició un proceso
generalizado de ampliación de las zonas económicas exclusivas de pesca de los
países hasta las 200 millas a partir de la costa, que fue sancionado en 1982
por la ONU (Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar). Esto
representó un fuerte golpe para la flota pesquera española,
que pasó a depender de acuerdos pesqueros con otros países y se vio obligada a
reducir las capturas (con el consiguiente problema de exceso de capacidad de la
flota).
Los principales caladeros ajenos están en el
Atlántico y en el Índico occidental. En ellos faena una flota de altura, que
permanece en el mar días o semanas, o de gran altura, que puede permanecer
durante meses.
Escasa
población (56.000 en 2007), que se encuentra envejecida y con escasa formación,
para solventarlo se fomenta la competitividad y la diversificación en el sector
concediendo ayudas a los jóvenes pescadores y se contempla una mejora en la
formación.
5.4.3.-
Problemas económicos.-
-La flota pesquera tiene un excesivo tamaño en
relación con las posibilidades de pesca y una elevada edad media, que hasta
1977 creció mucho, favorecida por el gran aumento de la demanda de pescado que
trajo consigo la mejora del nivel adquisitivo de la población; por el bajo
precio del combustible; por el libre acceso a los caladeros internacionales, y
por las facilidades dadas para la renovación y modernización por la política
desarrollista en la década de 1960, que afectaron principalmente a la flota de
altura y de gran altura (Ley de Protección y Renovación Pesquera). Pero, con el
encarecimiento del petróleo (crisis de 1975) y el establecimiento de las zonas
económicas exclusivas de pesca en las 200 millas (1982), su tamaño resultó ser
excesivo en relación con las posibilidades de pesca. Además, el crecimiento
anterior no fue racional, pues la construcción de nuevos barcos no se acompañó
del desguace de los viejos.
-Existe un excesivo número de embarcaciones
de pequeño tonelaje, anticuadas tecnológicamente, que no pueden alejarse
demasiado de la costa, y que contribuyen a la sobreexplotación de los caladeros
nacionales.
La Unión Europea ha
obligado a España a llevar a cabo una política de ajuste estructural con el fin
de reconvertir y modernizar su flota y desarrollar nuevas actividades en las
zonas afectadas por la reconversión. Para ello la Unión ha aportado ayudas
procedentes de los fondos estructurales (IFOP y FSE).
Las principales medidas
adoptadas han sido las siguientes:
- La reducción del tamaño y del número de las
embarcaciones para adaptarlas a las exigencias actuales y futuras, eliminando
el exceso de capacidad. Para ello se ha procedido al desguace de barcos,
acompañado del abandono voluntario de la actividad y de jubilaciones
anticipadas.
-El
traspaso de barcos a empresas pesqueras conjuntas con otros países. En
estas empresas los armadores españoles aportan el barco y obtienen la cesión de
la cuota pesquera de armadores extranjeros a cambio de concesiones, normalmente
el desembarco de determinada cantidad de pesca en el otro país (que así se
beneficia de un mayor valor añadido) y el empleo de cierto porcentaje de
trabajadores extranjeros.
-La renovación y la modernización de la flota y la
mejora del equipamiento de los puertos.
-La
concesión de ayudas a las regiones afectadas negativamente por la
reconversión, destinadas a crear infraestructuras para que resulten atractivas
para otras inversiones y a costear la formación de personas que han perdido o
que están a punto de perder su empleo.
-El
desarrollo de los cultivos marinos (acuicultura) y de la
investigación sobre nuevas formas de obtener recursos del mar, a través del
Instituto Español de Oceanografía.
5.4.4.- Problemas sociales.-
La reconversión del sector ha afectado a la
calidad de vida y para solucionarlos se ha emprendido una revalorización de la
pesca, mejorando las infraestructuras pesqueras e impulsando la acuicultura y
con la concesión de ayudas, así como una diversificación económica con la
creación de infraestructuras que atraigan otras inversiones y la reconversión
profesional de los pescadores.
5.4.5 Los problemas medioambientales
Los problemas medioambientales
se deben a la sobreexplotación de los recursos pesqueros y a la contaminación
de las aguas causada por vertidos agrarios (productos químicos de abonos e
insecticidas); urbanos (aguas fecales, detergentes); industriales (metales
pesados y productos químicos), y de petróleo, tanto accidentales como
intencionados.
También se han adoptado
medidas para hacer frente a los problemas medioambientales de sobreexplotación
y contaminación, como:
El establecimiento de cuotas, que han supuesto un
notable recorte de capturas.
La restricción o prohibición de las artes de pesca más
indiscriminadas.
La recuperación de los caladeros
nacionales con medidas como la repoblación marina, la defensa de las tallas
mínimas, el incremento de la vigilancia pesquera y la lucha contra la
contaminación.
5.4.5.-
La acuicultura.-
La acuicultura se ha planteado como solución
al problema del déficit de productos pesqueros. España posee condiciones
favorables para ella: costas largas y de características diferentes, que
permiten diversas utilizaciones, clima apropiado, y posibilidad de explotar
especies de calidad que garanticen alta rentabilidad.
A pesar de ello, la acuicultura ha tardado en
desarrollarse por los elevados costes de instalación, que desanimaron a la
iniciativa privada; la contaminación de las aguas; la irregularidad de los ríos
españoles; la escasez de técnicos preparados, y la dependencia del exterior en
el abastecimiento de huevos.
Por ello está siendo impulsada, tanto desde el
interior del país (Ley de Aprovechamiento de Cultivos Marinos de 1984), que
promueve la construcción de instalaciones conjuntas entre la administración
central y las autonómicas, como desde la Unión Europea, que aporta fondos para
el cultivo de nuevas especies, la creación de infraestructuras y la
incorporación de trabajadores del sector pesquero tradicional.
· La acuicultura de agua dulce cuenta con más de 2 000 piscifactorías. Sus
dedicaciones son diversas: peces para consumo humano (trucha arco iris)
en Galicia, Cataluña y ambas Castillas; la astacicultura o cría de
crustáceos (cangrejos rojos, camarones) en las Marismas del Guadalquivir y el
Coto de Doñana, y la producción de huevos y animales para la
repoblación (alevines del salmón, carpa real, trucha común o cangrejos
autóctonos). El problema principal es el continuo crecimiento de los costes de
producción, que no pueden traducirse en un incremento del precio del producto
por el exceso de oferta y la competencia internacional.
· La acuicultura marina se orienta principalmente a los moluscos,
sobre todo el mejillón, que se concentra en Galicia; en cantidad menor se
cultivan ostras, en la costa catalana, y almejas. Entre los peces
destacan la lubina, la dorada y el rodaballo. La acuicultura marina
puede ser extensiva (solo interfiere en algunas fases de la producción) o
intensiva (interviene en todo el proceso vital de la especie).
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